“El objetivo es mejorar el nivel de competencias digitales de forma transversal”

Nadie duda de que la tecnología es la base para desarrollar un país más competitivo y global. Lo digital tiene hoy una importancia fundamental, es una realidad para todos, ya sea el Estado, los ciudadanos o las empresas, independientemente de su sector de actividad o tamaño.

Así como Portugal, según explica Luísa Ribeiro Lopes, presidenta de la associação.pt y coordinadora general de INCoDe.2030, España también está dando pasos agigantados en la digitalización del país, a través de los programas de apoyo y financiación de los Fondos Europeos Next Generation UE.

Todo ello en un momento en que el mundo trata de disipar los efectos de una pandemia económicamente devastadora, una guerra de contornos aún no definidos y la escalada de una inflación que aún no ha dejado de crecer.

Si bien hay que dar optimismo y seguridad a las empresas ibéricas, también es el momento de tomar las decisiones correctas para iniciar con éxito el camino de la transformación digital que exige el mercado.

«Debemos centrarnos en la educación y la formación profesional, pretendemos estimular la empleabilidad y disminuir las tasas de analfabetismo digital».

Luísa Ribeiro Lopes – Presidenta de la associaçao.pt y coordinadora general de INCoDe.2030 

Por ello, es importante dar inicio y continuidad a la promoción, de manera integral, del desarrollo digital, comenzando por la inclusión y alfabetización digital, a través de la educación de las nuevas generaciones, desde la infancia; pasando por la cualificación de la población activa, hasta la especialización de los graduados para ocupar puestos de trabajo digitales y de investigación avanzados, buscando crear oportunidades para un número creciente de personas.

Dicen que el futuro es digital, pero en realidad el futuro digital ya ha empezado. ¿No cree?

En primer lugar, es importante destacar el contexto en el que vivimos. Hay guerra, inflación, pero en realidad hay un reto aún mayor: la sostenibilidad del planeta. En este campo, los retos son inmensos. Este es un factor muy importante porque, de hecho, cuando hablamos de transición digital, debemos hablar necesariamente de una transformación energética, la llamada transición verde. Una no existe sin la otra y, por tanto, hablamos de una doble transición que nos permita hacer del mundo un lugar más sostenible y digital.

¿Hoy somos más digitales?

Las cifras son alentadoras porque se ha trabajado mucho, aunque todavía queda mucho por hacer… Este es el resultado de la curiosidad que lo digital despierta en la gente hoy en día. Es un esfuerzo colectivo.

¿Cuáles son los principales desafíos en cuanto a las competencias digitales?

El objetivo es mejorar el nivel de competencias digitales de forma transversal. Debemos centrarnos en la educación y la formación profesional, pretendemos estimular la empleabilidad, disminuir las tasas de analfabetismo digital, fomentar el espíritu empresarial, la inversión y la investigación, promover la igualdad y la inclusión.

¿Hablamos mucho de transformación digital, pero los empresarios saben lo que implica?

Hemos comprobado que algunas empresas, principalmente dedicadas al comercio de proximidad,  no han realizado su transformación digital. Solo han cambiado algunas de las tareas que solían hacer manualmente y se han pasado a lo digital.

Es necesario más…

Sí. Sabemos que todo este cambio tiene que ver con el liderazgo. Hay mucho de esa pequeña empresa que se da cuenta de que hacer una transformación digital es menos costoso que no hacerla, y que pueden hacerlo de forma compartida. Quizá una pequeña empresa no pueda tener una persona dedicada al 100% al comercio online. Pero si comparte ese recurso con otras empresas, puede ser una hipótesis para considerar.

¿Hay muchas desigualdades en la formación digital?

Sí, sin duda. La realidad es que las personas que están excluidas de la formación digital, desde la básica hasta la más cualificada, una gran parte de ellas están fuera de las grandes ciudades y es importante llegar a ellas. Del mismo modo, hay proyectos digitales muy interesantes alejados de los centros urbanos que también son desconocidos y que también queremos dar a conocer. Se trata de crear varios puentes que hay que construir para conectar los distintos puntos que visitamos.

Cada vez hay más plataformas online que intentan dar una ayuda en este sentido. ¿Ha dado resultado?

A veces la dificultad estriba, por un lado, en el gran número de ofertas que existen. Por otro lado, a veces no podemos llegar a las ofertas adecuadas. Hay muchos programas para que las empresas hagan esta transición. En cuanto a los negocios de los que hemos hablado antes, tenemos, por ejemplo, el Comercio Digital que realiza, en colaboración con asociaciones empresariales y comerciales de todo el país, workshops temáticos destinados a facilitar la transición digital de estos profesionales. Creo que las asociaciones empresariales tienen un papel muy importante en este sentido. Muy a menudo, el conocimiento no es accesible para todos. Por lo tanto, el gran reto es hacer que lo que existe llegue a quienes lo necesitan. Vamos a recorrer todo el país.

¿Cuál es el gran desafío para 2023?

Además de continuar con el reto de llevar la digitalización a cada vez más empresas y personas, es importante garantizar que su uso de Internet sea cada vez más seguro. Ese será el gran reto de 2023.

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