Una de las grandes ventajas que aporta la metodología OKR, también conocida como metodología de objetivos y resultados, es el seguimiento de los objetivos estratégicos y el alineamiento entre líderes y equipos para poder seguir los objetivos de empresa y las respectivas iniciativas en ciclos más pequeños, normalmente trimestrales.

En su día a día, los equipos se dedican a Business as Usual, es decir, a los procesos habituales que sirven para entregar un buen producto al cliente de forma sostenible, centrados en el objetivo de tener clientes, trabajadores y accionistas satisfechos.

Una intensa implicación que hace que la estrategia definida se olvide rápidamente.

Para implementar la metodología OKR ideal para tu empresa, es importante analizar detenidamente sus particularidades y tener en cuenta que, aunque es sencilla, la metodología de OKR es difícil de implementar.

Por lo tanto, requiere disciplina. Este es el factor que puede determinar su éxito.

Básicamente, todo se reduce a esta imagen, que explicaremos punto por punto:

¿Qué son los ciclos OKR?

El ciclo OKR indica que, en primer lugar, hay que definir la misión y la visión de la empresa. Es decir, su objetivo fundamental y lo que quiere conseguir.

La estrategia, normalmente anual, complementa esta misión. Sólo entonces se pasa a los momentos trimestrales, que son decisivos para garantizar el cumplimiento de los objetivos previamente fijados:

• Checkins.
• Definición.
• Revisión.

¿Cómo ejecutar la metodología OKR?

Después de definir la estrategia, es fundamental profundizar y definir objetivos que estén, sobre todo, alineados con la estrategia existente. De este modo, es posible mantener a los equipos alineados, centrados y motivados.

Los checkins son reuniones entre equipos que garantizan que sabemos todo lo que está pasando y si estamos avanzando hacia nuestros objetivos estratégicos. Es una reunión de seguimiento, donde se comparte el estatus de los objetivos, por todos y para todos.

La revisión, el aprendizaje y el cierre, el espacio de revisión: el análisis de lo aprendido. ¿Qué ha ido bien y debe conservarse? ¿Qué es lo que no ha ido tan bien y debe mejorarse? Para este momento es conveniente contar con la ayuda de un mentor, alguien que aporte buenas prácticas, asegurándose de que todo se está haciendo en su justa medida.

 

 

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¿Cuándo adoptar los OKR?

La frecuencia de cada uno de los momentos que componen el ciclo del OKR depende de cada empresa.

Hay prácticas que son más habituales, pero la cadencia debe adaptarse en función de la cultura de la empresa, de la fase de implantación del OKR en la que se encuentre.

Por un lado, la misión es algo que se extiende a largo plazo, los valores en los que se basa la empresa; por otro lado, la estrategia suele ser anual. La definición, el control y la revisión, en cambio, suelen hacerse trimestralmente.

¿Por qué implementar OKR?

Una vez implantados los OKR, la empresa estará más alineada y será lo suficientemente ágil para reaccionar ante lo importante: aprovechar las oportunidades y contrarrestar las adversidades a tiempo.

Pueden ser la respuesta definitiva para elevar el rendimiento de tu empresa, asegurando que todo el mundo esté alineado y sea consciente de los objetivos que cumplir.